Antes de comenzar déjame decirte que todos los procesos de selección no son iguales. Podemos distinguir varias fases en ellos dentro de las cuales podemos encontrar variaciones. Estas diferencias se pueden deber al seleccionador que realiza el proceso o a la empresa que solicita pruebas adicionales por ejemplo. También cambian dependiendo del tipo de puesto de trabajo que se desea cubrir, pero a pesar de ello vamos a ver las fases que suelen componer todo proceso.
1. Recolección de Curriculum.
Se puede hacer de diferentes modos como ya hemos comentado en otros post: publicando oferta de empleo en la que se inscriben candidatos o mediante los CV recabados a través de la autocandidaturas.
Vamos a suponer que recibimos 100 curriculums vitae, obviamente suelen ser muchos más sobre todo si se hace pública la oferta.
2. Criba Curricular.
Esos 100 CV cada uno de ellos es revisado en apenas 10 segundos. Se buscan los requisitos mínimos: educación, formación, idiomas, experiencia previa, etc. Aquí también se descarta por edad, sexo, etc. la discriminación existe y es aquí donde se aplica si el empleador puso alguna condición de ese tipo.
Aquí quedarán 30 de los 100 CV iniciales para ser revisados con más detenimiento.
3. Examen inicial.
No todas realizan del mismo modo esta fase. Normalmente aquí se realiza la entrevista telefónica, prueba de idiomas, test, etc. Se busca ver si se cumplen otros requisitos: nivel de idioma, perfil psicológico concreto, disponibilidad, etc.
Normalmente de los 30 candidatos de la fase anterior suelen quedar 15 candidatos para la siguiente fase.
4. Examen profundo. Proceso de entrevistas y pruebas.
No todas la empresas aplicarán todo, pero en esta fase se realizan las siguientes pruebas: entrevistas de tipo presencial (1, 2 o más con seleccionador y/o futuros jefes), cumplimentar test o cuestionarios, entrevistas de tensión, dinámicas de grupo, etc. Por supuesto la duración en el tiempo del proceso de selección se verá afectada en función de cuantas de estas pruebas se utilicen.
El uso de test en esta fase supone no haberlos realizado en la anterior, o de haberlos realizado serían test distintos con un menor peso sobre la elección. Es decir, si se aplica un test en la fase 3 hablamos de requisito (se tiene o no se continúa); en la fase 4 es un complemento o requisito deseable (no descarta si no se tiene).
De los 15 candidatos solo continuarán entre 1 y 3, dependiendo de quién realiza el proceso de selección.
5. Elección final.
Aquí varía de si es una empresa de selección o la propia empresa la que selecciona. En la empresa normalmente se elige solamente a un candidato final y se rechazan los otros 14. En las consultoras, la decisión final la tiene el cliente y se suele ofrecer 3 candidatos para elegir. Normalmente en los informes de dichos candidatos hay una sugerencia como preferido o favorito de la consultora que se argumenta en base a pruebas y datos recabados.
Es normal y habitual que más de una persona pueda desempeñar el puesto ofertado, por eso se selecciona otros dos candidatos válidos. Pueden tener diferencias (mínimas) con el preferido en ejecución de test, competencias, etc. pero cumplen también el perfil. Al final muchas veces la decisión de la empresa pasa por la conexión que se establece con uno de los finalistas, no teniendo siempre porque ser elegido el favorito de la consultora. Aspectos como la cultura, forma de ser, etc. pueden afectar a la decisión de la empresa.
Esto es un ejemplo orientativo de lo que sucede en un proceso de selección, obviamente como decía al principio el número de candidatos que supera cada fase y las pruebas que componen cada fase pueden variar de una empresa a otra.
Dependiendo en qué fase quedas fuera del proceso de selección podrás cambiar o tratar de mejorar tu proceso de búsqueda de empleo.
Ten esto en cuenta cuando realices un proceso de selección para tratar de ver que puedes mejorar en el siguiente. 😉