Este post surge a petición de un querido lector (gracias, Antoni) que sigue el blog desde hace tiempo.
Todos aquellos que se han quedado sin trabajo saben lo difícil que está la situación actual para poder encontrar empleo, el problema es cómo argumentarlo en una entrevista sin ser descartado por la explicación que se da. Obviamente las razones o argumentos cambian de unas personas a otras, pero he pensado que te será útil si digo tanto aquello que no debes usar como lo que si puedes usar (luego ya si se aplica a tu caso o no solo lo puedes valorar tu).
Qué no decir bajo ningún concepto
1. La crisis. Es probable que algún un seleccionador no tenga ni idea de lo difícil que resulta la situación actual, sobre todo si se trata de alguien que al tener trabajo no ve la realidad con los mismos ojos que el resto, aunque hay de todo. Pero incluso aunque sepa que es difícil, no debes decir eso porque sonará a queja y todo lo que suene a queja automáticamente te quitará valor. Actitud positiva y ganas, eso es lo que buscan.
2. La edad. No. Le envías el mensaje de que eres muy mayor/joven para la empresa, es implantar directamente en su cerebro la siguiente pregunta «¿si no le llaman otros seleccionadores, me estaré equivocando?» Ante la duda, nuevamente serías descartado. Además hay personas que consiguen trabajo con una edad muy cercana a la jubilación o muy jóvenes (obviamente hay que estudiar su caso particular para entender por qué unos si y otros no) lo que hace que suene nuevamente a «excusa». Lo mismo con cualquier otra característica de tipo discriminatorio: mujer, hombre…
3. Los requisitos. Nunca puedes argumentar como justificación por no conseguir trabajo que no tienes algún requisito. Todos sabemos que a veces se pide inglés para aparentar, pero si te llaman de una oferta que no pide inglés nuevamente no digas que en el resto de ofertas lo piden. Lo mismo con estudios, programas informáticos ya que incluso aunque no lo ponga en su oferta no puedes estar seguro de si es por despiste o por desconocimiento. Y nuevamente, aunque pensará en un principio que no es importante si le dices eso le generas una nueva duda que no te beneficiará. Aplicable al sector, experiencia previa, tareas, funciones, competencias, etc.
4. Enfermedad. Este es un tema muy delicado, pero me he encontrado con gente que me ha contado experiencias que apoyan que te diga que no lo menciones. Sobre todo si dices que la enfermedad es tuya, si es de un familiar es más justificable. Depende del tipo de enfermedad ya nos vamos a un rotundo «No», porque lo peor que puede pasarte es que en la entrevista el seleccionador crea que puedes recaer o empeorar teniendo que coger bajas, faltando al trabajo, etc. ¿Suena a que no se tiene corazón? Tristemente es la realidad, pero no ya porque el seleccionador no arriesgará su puesto, sino porque en algunos casos hay exámenes médicos antes de firmar el contrato que quizá recomienden tu no incorporación.
En una próxima entrega: lo que si puedes usar para justificar ese período, aunque deberás valorar si es o no tu caso.
Si no quieres perdértelo suscribete. 😉