¿Cuántos competidores tienes?

Estoy segura de que tras leer el título de este post, las personas que han hecho clic en el mismo podríamos separarlas en dos grupos bien distintos: aquellos que entraron pensando «madre mía, cuántos voy tener» y aquellos que entraron pensando «seguro que tendré pocos competidores«.

Bueno, para ser justos existen personas en un tercer grupo que directamente no habrán entrado a leer este post o de hacerlo será por curiosidad, ya que estas personas ya saben lo que voy a decir aquí.

No existe la competencia y por lo tanto no existen los competidores. La razón es sencilla, no hay dos personas iguales y por lo tanto no pueden ser realmente competencia entre ellas.

Es cierto que en un puesto de trabajo pueden encajar muchas personas, por ello se seleccionan para entrevista unas 10 – 15 personas para un puesto de trabajo y en la fase final suelen quedar 3 candidatos. Es por eso que sois muchos los lectores que como candidatos pensaréis que esas personas son vuestra competencia, pero no es así, al menos no desde el significado negativo que le da tu mente a esa palabra.

Por ejemplo, todas las personas queremos sentirnos queridas, buscamos amor y queremos encontrar a alguien que nos quiera. Según esto, todos seríamos competidores de los demás, sin embargo no lo vemos de ese modo. Tenemos claro que la persona que nos hará realmente feliz será de una manera y que aquella que realmente nos quiera como somos sera también distinta a las demás personas.

No tendría sentido pensar si somos mujeres que queremos como pareja un hombre, que el resto de hombres son nuestra competencia, los descartamos sencillamente porque nuestra pareja ideal también estará buscando una mujer.  Es decir, porque conocemos uno de los muchos requisitos que tiene esa persona.

Con las ofertas de empleo y vacantes sucede exactamente lo mismo, no existen los competidores. Todos somos únicos e irrepetibles y por lo tanto no existe otra persona que pueda ser competencia real nuestra. Veamos la definición:

competidor, ra

adj. [Elemento] que compite con otro para el logro de algún fin.

intr. Luchar, rivalizar entre sí varias personas por el logro de algún fin.

Hace mucho que deje de creer en la competencia y en que existen competidores. Siguiendo el ejemplo del amor, podemos cruzarnos con la mujer/hombre de nuestros sueños, pero si esta persona no se muestra como es no podremos reconocerla. Eso sucede en las entrevistas de trabajo también, con candidatos que pese a ser perfectos para el puesto no demuestran serlo y por lo tanto el seleccionador no los reconoce como los únicos para ese puesto.

No me canso de trabajar con clientes que me buscan porque dicen no conseguir trabajos en los que según ellos encajan al 100%, en una gran mayoría de ocasiones descubren que no era así. La clave está en reconocer lo que necesita esa vacante: requisitos, aspectos deseados, etc.

Cuando como candidato comprendas que eres único y tengas claras tus fortalezas y lo que puedes ofrecer, entenderás que no existe la competencia y te enfocarás en mostrar todas tus cualidades a aquellos que realmente tienen interés en ellas.

Ahora sabrías decirme ¿Cuántos competidores tienes? 😉

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