Hoy he puesto una de mis películas favoritas, «La princesa prometida«, y es una película que transmite valores y enseñanzas a muchos niveles, si quieres buscarle significado, si no simplemente será una bonita película.
Hay dos personajes de los que quiero hablarte porque creo que son en esencia aplicables en la búsqueda de empleo, pero para no saturarte demasiado hoy solo te voy a hablar de uno de ellos.
Iñigo Montoya.
Es un español que viaja por el mundo en búsqueda de venganza, persiguiendo al hombre que mató a su padre cuando era un niño. En la época en la que está basada la película tener más de 30 años ya era ser una persona mayor. Y con esa edad superada, Iñigo se lamenta por no haber podido lograr su venganza.
1ª enseñanza: la edad no importa si el objetivo que deseas alcanzar te hará feliz.
Finalmente encuentra al asesino, por lo que tener 30 años no ha sido impedimento. 🙂
2ª enseñanza: es muy importante lo que nos decimos a nosotros mismos y a los demás. ¡Cuídalo!
Quienes han visto esta película han sabido completar el título, quienes no la han visto, bueno, creo que es una joya que vale la pena ver pero por si no te animas te completo la frase.
«Hola, me llamo Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre. Prepárate a morir.»
Es una frase sencilla, breve, educada y con un enorme mensaje. La desglosaré:
Es cortés al saludar. Es educado al informar de su nombre. Se justifica o argumenta al decir el motivo de su visita, mató a su padre. Es decidido, informa de su objetivo final, la acción que llevará a cabo.
En la búsqueda de empleo olvidamos muchas veces ser corteses, ni se saluda en los emails que piden tener en cuenta el CV (no sé cuantos he recibido así). Uno no sabe si está en el juego de la patata caliente y no se le ha informado.
Tampoco solemos decir quiénes somos, no me refiero al nombre, sino a lo que sabemos hacer, la profesión. Cuántas entrevistas sin que se mencione una sola tarea de la incluida en la oferta o en la que el candidato habla y da detalles de cuando vendía helados y pasa de puntillas por el puesto que quiere ocupar.
No justificamos ni argumentamos nada. No se dan datos de la oferta (dónde la encontraste), ni que decir de la empresa a la que quieres acceder. Tampoco se hace en otro sentido el explicar porqué nos interesa esa oferta, si estamos trabajando el motivo de querer cambiar y sino el motivo de elegir esa oferta y no otra.
Casi nadie es decidido, qué objetivo tienes, qué harás en la empresa si te contratan, cuál es tu plan a corto o largo plazo. Nada, no sabes si quiere llegar para irse a los 3 meses, si quiere promocionar en la empresa, si le apasiona ese puesto y no querrá cambiar, ni marcharse pero si ser el mejor.
En el caso de Iñigo, esa frase era su mantra le daba fuerzas para perseverar y continuar. Crea tu propio mantra, repítelo cada día y visualiza ese objetivo conseguido.
3ª enseñanza: no te rindas, si no lo has conseguido aún es que no es el final.
Durante el inicio del combate, Iñigo es herido por el asesino, y lamentándose mira al cielo y pide perdón a su padre por haberle fallado. Es el asesino el que burlándose de la fuerza, energía y dedicación de Iñigo le invita a no rendirse y le hace recordar su objetivo.
Y he aquí lo importante, pese a estar malherido, Iñigo se levanta y a cada golpe de espada repite esa frase. Frase que desquicia a su adversario y enemigo porque psicológicamente lo desarma. Una frase breve, sencilla y completa que será la que le ayude a obtener su venganza.
La frase con la que comienzo el título siempre me hace sonreír, quizá porque vi la película de pequeña, quizá porque me da energía, fuerza y me invita a continuar cuando todo me parece perdido.
Crea esa frase para ti, crea también el discurso más completo para cada búsqueda de empleo, que contenga cada uno de los aspectos que te detallaba antes de esa frase y alcanzarás tu objetivo.
Ejemplo: «Hola, mi nombre es Sabina Serrano, soy seleccionadora de personal y asesora de mejora profesional y te ayudaré a conseguir trabajo»
Fácil ¿no? ¡Ahora te toca crear el tuyo!;-)