Puede no parecerlo, pero la mayoría de las ofertas de empleo están redactadas cuidando cada detalle y en muchas ocasiones una palabra significa un conjunto de comportamientos y/o tareas que se busca tenga el candidato elegido. Es probable que en más de una ocasión hayas oído la palabra competencias o habilidades en relación con una oferta de empleo o puesto de trabajo.
¿Qué son las competencias?
Las competencias, si nos referimos al ámbito laboral, no son otra cosa que un conjunto de conocimientos (en el sentido de saber hacer: teórico-práctico) que se muestran en forma de comportamientos eficaces para resolver las tareas relacionadas.
Ejemplo: competencia de comunicación. Según lo anterior, no basta con conocer la teoría sobre comunicación para poseer esta competencia. Se trata de saber hacer todas aquellas acciones que están relacionadas con la comunicación. Cuando se pide poseer la competencia de comunicación, se hace referencia a un conjunto de comportamientos relacionados con la acción de comunicar: escuchar de forma activa, expresar y argumentar ideas de forma clara y convincente.
Esto hace que una persona pueda poseer la totalidad de la competencia o solo una parte. Se puede evaluar y medir cada comportamiento que forma la competencia y de ese modo saber qué porcentaje de dominio se posee de dicha competencia. En el ejemplo anterior podemos separar claramente 3 comportamientos, por lo que podemos tener tres grados de dominio de dicha competencia.
Al mismo tiempo es algo complejo, pues cada comportamiento puede tener varios grados de dominio o manejo, de modo que puedes dominar todos los comportamientos en un 50% y eso quiere decir que posees la competencia pero no la dominas completamente.
Para ejemplificarlo de modo más claro, es como en un idioma, una persona puede saber de un idioma en cuanto a lectura, escritura y conversación. Y en cada uno de esos aspectos tener un dominio o nivel distinto. El nivel final del idioma está compuesto por los resultados o niveles de cada uno de los aspectos del mismo.
Listado de competencias
Debes saber que hay competencias genéricas que más o menos todos los empleados pueden tener y otras que suelen desarrollarse en puestos más directivos. También es importante que sepas que se pueden mejorar y perfeccionar, por lo que si detectas que piden una competencia en los puestos a los que aspiras hay modos de mejorar para poder transmitirlo en la entrevista.
Competencias genéricas:
Competencias menos comunes:
En cada definición puedes encontrar o diferenciar comportamientos o acciones. Todos y cada uno de ellos forman parte de esa competencia. Es importante saber cuáles tenemos y en qué medida para poder valorar si realmente encajamos en esa oferta o no.
¿Cómo uso esta información?
Lo primero que te aconsejo hacer es leerlas todas y ver con calma en cada competencia los comportamientos que hay. Una vez tienes esto, debes buscar en tu memoria si los has llevado a cabo o no.
Cuando tienes el listado de las que si tienes, puedes ordenarlas dependiendo de si sabes hacer todos los comportamientos mencionados o no. Hay cuestionarios que indican el grado en el que se posee la competencia, pero eso es lo fácil y no aporta lo mismo que si haces lo que indico, por ello te aconsejo hacerlo de este modo.
Para saber si sabes hacer un comportamiento, debes pensar en tu trabajo, en las tareas que hacías y si para hacerlas llevabas a cabo alguno de estos comportamientos. Es difícil pero es un repaso increíble a tus tareas y servirá para poder demostrar las competencias en la entrevista pues debes dar ejemplos de esos comportamientos en la realidad del trabajo que has realizado anteriormente. También sirven para que sepas que se espera de ti, que comportamientos quieren que realices en el nuevo empleo.
Si nunca has trabajado, piensa en tus estudios, en las prácticas o en tu vida con amigos o conocidos y trata de detectar esos comportamientos. Mi consejo, hayas trabajado o no, es que elabores un listado de tus competencias, con los comportamientos que dominas y un ejemplo en tu vida laboral o personal. La memoria tiene sus límites y una vez realizado el esfuerzo es mejor dejarlo registrado para leerlo antes de una entrevista y no olvidar nada.
El siguiente paso es el que debes llevar a cabo antes de inscribirte a una oferta. Lee la oferta y señala las competencias que menciona. Después coge tu lista y mira cuantas de ellas tienes y en qué nivel. De ese modo sabrás tus posibilidades en ese puesto y con los ejemplos que has escrito en tu lista podrás demostrarlo en la entrevista.
Las cosas parecen más difíciles de lo que realmente son, pero el control de algo difícil muchas veces se logra empezando por dominar o realizar las tareas más fáciles.
¡Ah, un último consejo!, antes de hacer ese listado de comportamientos que tienes o no analiza tu estado emocional. Si estás muy alegre o casi eufórico (por una oferta que te gusta o una buena noticia) o si estás muy triste casi apático (por ser descartado de una oferta o una mala noticia) no debes hacer este ejercicio de reflexión.
Repito: nunca hagas nada de reflexión o autoanálisis con un estado de ánimo como los mencionados, pues suelen provocar que no se responda según la realidad, sino que influenciados por ese estado de ánimo podemos sobrevalorar o infravalorar nuestras capacidades o acciones.
¿Y tú, ya sabes que competencias posees? 😉