No es la primera vez, ni será la ultima que veo un CV y pienso «¿por qué ha incluido esta información? ¿no ve que solo le perjudica?«. Obviamente el dueño de ese CV ha pensado que cuanta más información mejor, pero lo importante vuelvo a insistir no es la cantidad, sino la calidad de dicha información. Puedes redactar un CV de 22 hojas y no decir lo que se necesita saber sobre ti y escribir 1 ó 2 hojas y «decirlo todo».
Rompamos algunas creencias:
1. Hay que demostrar autoconocimiento, pero no por ello debes decir lo que no sea positivo sobre ti. Genial si conoces tus debilidades o defectos, pero no los incluyas en el CV, solo revelarás alguno de ellos si te preguntan en la entrevista.
2. Hay que indicar la formación, pero no tienes que ponerlo todo. No aporta valor decir que se realizó la EGB si posteriormente se ha obtenido un titulo universitario. Del mismo modo, hay ocasiones en las que un curso nada relacionado con el empleo buscado puede generar dudas o darte esa imagen de sobre-cualificado que pueda llegar a perjudicarte. No añadas si no aporta valor. Sin embargo, si acabas de terminar unos estudios y no tienes cursos o experiencia relacionada con lo que te gusta, puedes indicar las asignaturas relacionadas que si has cursado.
3. Cuanto más experiencia profesional, mejor, vamos a poner todos los trabajos realizados, para que vean todo lo que sé hacer, etc. Nuevamente, depende de la duración de dichos trabajos, de si son realmente relevantes, si hace mucho tiempo de ellos, etc. Yo empecé a trabajar con 17 años en una heladería, en mis primeros CV si lo ponía, pero hace ya algunos años que no aparece ese empleo, sobre todo porque no está relacionado con mi formación ni profesión.
4. Hacer que te conozcan. Eso está genial, ya mencionamos que incluir algún hobbie puede ser beneficioso, pero depende del hobbie claro está. Pero poner 4 líneas de cosas que te gusta hacer en tu tiempo libre es un poco demasiado ¿no crees? Porque seguramente pensarán que te falta tiempo libre para poder hacer todo lo que pones.
5. Pongamos competencias, así nos conocerán más como trabajador. Bueno… lo que nadie se plantea es si conoce el significado de cada una de ellas, más que nada porque pueden preguntarte por eso y pedirte ejemplos. La cara de poker no es una buena respuesta. Si pones alguna compentecia que la tengas de verdad y sepas explicarla y ejemplificarla, sino mejor no la pongas. Además un listado de 10 ó 15 competencias suele ser por lo general falso, aunque se tengan, no se suelen tener a un nivel elevado todas.
6. ¿Y si no ha leído esa tarea antes? Vamos a ponerla de nuevo. Esto pasa muchísimo, se repiten las tareas entre los distintos puestos incluso aunque esa tarea en concreto no se haya realizado en ese puesto. ¿Por qué? Pues porque se piensa que así, si el seleccionador decide leer solo uno de nuestros puestos de trabajo lo encontrará todo. Bueno, la realidad es que lo encontrará todo desordenado y sin sentido en algunos casos, además de llegar a preguntarse si el nombre del puesto indicado será real ya que no se corresponde con las tareas que se indican.
7. ¿Qué más puedo poner? Esta es la mejor de todas, como pienso que el CV es «demasiado corto» me invento información, añado el temario completo de un curso, la dirección de la escuela, de la empresa, etc. Esta pregunta no debe hacerse pensando que tenemos que hinchar o rellenar el CV.
Todo lo que no suma, resta. Sí, resta espacio, interés, claridad y eficacia al curriculum. Así que antes de añadir alguna información piensa ¿Esto suma o me aporta valor como candidato? Si no es clara la respuesta seguramente lo que hace esa información es restar, así que mejor no incluirla. 😉