Algo común en casi todos mis clientes es la falta de autoestima o la reducción de la misma debido al desempleo. Se producen una serie de pensamientos y sentimientos que si no se controlan perjudicarán en el día a día a esa persona. Una de las maneras de contrarestarlo y mejorar la autoestima es el hecho de trabajar en nuestra creencia sobre nosotros mismos.
Puede parecer fácil, pero no lo es. Requiere esfuerzo, constancia y displina el mejorar el autoestima. Existen varios modos:
1. Centrarse en los éxitos.
Recordar y traer a nuestra memoria aquellas situaciones del pasado (laborales o no) que son positivas. Pensar en ellas, centrarse en los detalles, recordar ese sentimiento hasta que se esboce una sonrisa y repetirte a ti mismo «eso lo he realizado yo», «ese soy yo».
2. Dedicarte pensamientos y palabras buenas hacia tu persona.
Cada mañana antes de salir de casa (o aunque no salgas de ella), importantísimo. Ejemplos: que guapa/o estas hoy, vas a conseguirlo, eres un gran profesional, etc. Incluso aquellos días de bajón puedes decirte algo bonito. Ayuda y mucho.
3. Comportarte como deberías.
Ya mencioné el ejercicio del parque o avenida en un post anterior, pero es un hecho y una realidad. Si actuamos del modo que lo haría alguien contento, optimista, seguro de sí mismo, etc. envíanos un mensaje al cerebro de que todo va bien y le «obligamos» a tener pensamientos en esa línea de comportamiento.
Para no alargarlo más, pedirte que respondas a la pregunta del post: ¿De verdad puedes permitirte no creer en ti mismo? La respuesta, me temo que es «NO». Así que ponte manos a la obra y prueba esos modos que te indico en el post. 😉